En la Florencia de 2030, el equilibrio político mundial ha cambiado drásticamente, el derecho al voto se ha restringido y se gana a través de acciones socialmente útiles, y los ciudadanos son monitoreados mediante microchips implantados bajo la piel. En este escenario futurista, se desarrolla la historia de Guelfo, su amor por Francesca y la relación intelectual entre Guelfo y Giovanni. La novela explora el significado de las cosas, las pasiones y el milagro de estar en el mundo, donde la bondad es belleza, amor, sueño, sufrimiento y pertenencia al propio lugar. Ser florentino es un estado mental, un sentido innato de gracia y proporción.
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